lunes, 21 de febrero de 2011

Una de Platón

"El hombre es un auriga que conduce un carro tirado por dos briosos caballos: el placer y el deber. El arte del auriga consiste en templar la fogosidad del corcel negro (placer) y acompasarlo con el blanco (deber) para correr sin perder el equilibrio".

"Debemos buscar para nuestros males otra causa que no sea Dios".

"El tiempo es una imagen móvil de la eternidad".

"La burla y el ridículo son, entre todas las injurias, las que menos se perdonan".

"La mayor declaración de amor es la que no se hace; el hombre que siente mucho, habla poco"

domingo, 14 de noviembre de 2010

RadioHEAD

In the next world war
In a jackknifed juggernaut
I am born again

In the neon sign
Scrolling up and down
I am born again

In an interstellar burst
I am back to save the universe

In a deep deep sleep of the innocent
I am born again

In a fast german car
I,m amazed that I survived
An airbag saved my life

In an interstellar burst
I am back to save the universe

In an interstellar burst
I am back to save the universe...

domingo, 7 de noviembre de 2010

Clase 1.

Los signos de interrogación.
Todos sabemos para qué sirven y cómo se usan.

Su origen se remonta a la palabra del latín questiō (pregunta), el cual comenzó a ser abreviado como Qo. Con el paso del tiempo, esta abreviación dio origen al signo de interrogación de cierre (?).
En la mayoría de los idiomas se utiliza un único signo de interrogación al final de la frase interrogativa: How old are you? (Inglés: ¿Cuántos años tienes?). Este fue el uso habitual también en español, hasta mucho después de que la segunda edición de la Ortografía de la Real Academia, en 1754, declarase preceptivo iniciar las preguntas con el signo de apertura de interrogación invertido, (¿) y terminarlas con el signo de interrogación ya existente (?) –¿Qué edad tienes?–, al tiempo que se ordenaba lo mismo para los signos de admiración (¡) y (!).
Este criterio, en realidad, no se generalizaría hasta casi un siglo más tarde, ya que desde esa fecha de mediados del siglo XVIII hasta mediados del XIX la Real Academia Española no tuvo, ni mucho menos, el carácter corporativo e institucional que le iba a conferir la monarquía isabelina posteriormente. Las imprentas siguieron editando según la costumbre: ubicaban solamente un signo al final de las frases interrogativas o exclamativas. Si los signos iniciales se extendieron en las tipografías, no se debió a que el español tenga el problema de que no se sabe en qué momento se inicia la frase interrogativa o admirativa (la sintaxis de otras lenguas también desconoce ese momento), sino al carácter forzoso que dio la monarquía a los criterios de la Real. La norma de los signos de interrogación y exclamación iniciales fue impuesta, simplemente, de la mano de la Gramática oficial de la institución monárquica. Su carácter compulsorio estaba limitado al muy reducido ámbito idiomático de España (ver, por ejemplo, la resistencia de Chile). Una solución intermedia muy corriente consistió en utilizar los signos de apertura sólo cuando el enunciado era largo, o con riesgo de ambigüedad, pero no para las frases breves y claramente interrogativas, como: Quién vive?.

http://es.wikipedia.org/wiki/Wikipedia

martes, 2 de noviembre de 2010

Presentación

Bienvenid@s a este rincón de Letras.
Espero crear un espacio de lectura útil y un lugar de encuentro para amigos de todo lo relacionado con escribir. Para su uso y disfrute.

¡S.a.L.u.d.o.S!